jueves

Choro mareador...


En esta vida siempre hay dos opciones para hacer, la correcta y la incorrecta. Todos dicen que es mas fácil irse por el camino erróneo que por el correcto y como no me gusta hablar sin antes haberlo vivido. Creo que es exactamente lo mismo. Solo que regresamos a una de mis leyes favoritas "A toda acción corresponde una reacción de la misma magnitud pero en sentido contrario". No es algo que yo me haya sacado de la manga o lo haya leído en un Spot en alguna avenida. Sino es algo realmente cierto.

Tan cierto que si vas por la vida con una sonrisa y con una personalidad feliz e inquebrantable recibirás lo mismo... UNA SONRISA de regreso, en cambio si si vas por la vida mentando madres, maldiciendo todo lo que te pasa y todos los motivos por el cual te va mal, recibirás exactamente lo mismo. ¿Así que es lo mismo, no? UNO MISMO ES EL CREADOR DE SU PROPIA SUERTE Y FORTUNA.

Me encanta leer acerca de todo lo relacionado con el éxito, personas exitosas, ¿Cómo lo lograron?, ¿Que tuvieron que abstenerse?, ¿Esa voluntad de hierro?, y cuando terminas de leer, solo puedes preguntarte ¿Cómo madres pudieron aguantar tanto?... Y regresamos a lo mismo. Usaron la 3ª ley de Newton a su favor, crearon cosas que les regresaba lo mismo... pero al hacerlo diario, consecutivo cada vez obtenián mas y mejor lo que deseaban.

Pero creo que nos estamos desviando del tema, volvamos a lo mismo. ¿Cómo es que una cosa que es mala es igual a otra que es buena?. Pongamos un ejemplo sencillo. A todos nos da una flojera enorme limpiar nuestra habitación. ¿Pero que pasaría si todos los días al levantarnos hicieramos las cosas bien?

Ejemplo uno:

Te levantas 20 minutos tarde, tiras tu pijama en el piso, tus pantuflas están debajo de tu cama, tu cama destendida, la ropa que un día anterior lavaste sobre el mueble, vas al baño te lavas los dientes, dejas el cepillo dental donde sea, la pasta dental abierta, regresas, tomas la camisa que esta en medio de toda la ropa, eliges un pantalón para usar, sacando los que te pruebas y dejándolos en la cama, desayunas, dejas el cereal regado, la leche que se derrama sobre la mesa, el trasto que usas sucio, te vas a trabajar... Sales y ves que tu carro lleva 1/4 de gasolina, llegas a tu oficina tarde, enojado por el tráfico que encontraste en el camino, comienzas a checar tus correos personales, te da el medio día y no has hecho las cosas que realmente debes hacer, le marcas a tus amigos, sales a comer, regresas y tu jefe te pide los reportes que quedaste en entregar hace dos días, te enojas por la impaciencia de tu jefe, te peleas con tus compañeros, sales del trabajo frustado, regresas a casa y ves tu casa sucia, pensando que el fin de semana la arreglaras, llega el fin de semana, el viernes sales con tus amigos y regresas cansado, la ropa sucia se mezcla con la limpia (ya arrugada), el sábado te levantas tarde, pides pizza, unas cervezas y te quedas en casa, jamás guardas algo, te dan las 10 de la noche y sales con tu novia al cine, no la llevas a tu casa por el desorden que tienes, vas a su casa, pasas la noche ahí



Continuará.

viernes

Choro mareador...

El código de Vestimenta


Para aplicar correctamente el código de vestimenta, más allá de modas u obsesiones personales, es importante que conozcas y domines una sencilla fórmula, la cual te dará confianza y seguridad al elegir la ropa más adecuada de acuerdo a la situación, especialmente, para aquellas ocasiones en que no sabes qué hacer y no te queda otra opción más que el beneficio de la duda.

Existen siete estilos de vestimenta que expresan tu personalidad a otros. Reflejan, a través de sus signos y símbolos, lo que eres. A continuación te explico, brevemente, estos estilos:

1) Natural: apariencia sencilla y juvenil. Busca ante todo comodidad. 

2) Tradicional: apariencia conservadora y atemporal. Busca la sobriedad.

3) Elegante: apariencia refinada y distinguida. Busca calidad.

4) Romántico: apariencia gentil y cálida. Busca la cercanía.

5) Seductor: apariencia llamativa y sin inhibiciones. Busca llamar la atención.

6) Creativo: apariencia artística y no convencional. Busca originalidad.

7) Dramático: apariencia sofisticada y dominante. Busca impactar.

A medida que creces, te vas identificando con aquel estilo o estilos, con los que te sientes más cómodo. Pero también puedes ir cambiando entre uno o varios de ellos, de acuerdo a tus objetivos profesionales.

Es importante puntualizar que ninguno de los siete estilos es más importante que otro, porque el que tú has elegido, es aquel con el que te sientes tu mismo. Nadie te lo ha impuesto. Sin embargo, debes saber que existen estilos correctos a los que deberás adaptarte para triunfar en tu profesión. A eso le llamamos: código de vestimenta.

El código de vestimenta tiene una fórmula muy sencilla que es importante tengas muy presente en tu vida profesional y socia. Esta es:

1) La vestimenta correcta, genera confianza en los demás, y adicionalmente, indica que sabe quien lo lleva puesto.
2) Ha de ser y estar en función de la hora y de lo que se hace.
3) Ha de ser y estar en función de dónde y con quién se esté.

Estos tres puntos, despejan muchas dudas en cuanto a cuál debe ser el código de vestimenta correcto. Cuando es así, te sientes cómodo, seguro y confiado, pero cuando no es así, experimentas una sensación de incomodidad que te dice que hay algo mal en ti.

Por ejemplo, si deseas trabajar o trabajas para una agencia de publicidad como creativo, el código de vestimenta correcto es el estilo natural o creativo. Pero si tu trabajo en la misma agencia de publicidad es como ejecutivo de ventas, y tienes contacto con clientes, el código de vestimenta correcto es el dramático o elegante.

Otro ejemplo: si trabajas en una empresa cuyo código de vestimenta es ejecutivo pero tu estilo no va con de ella, entonces, tienes que adaptarte al estilo tradicional, elegante o dramático. De esta capacidad para ser flexible a ello, dependerán tus oportunidades.

Estos ejemplos también podemos trasladarlos a eventos como bodas de “etiqueta rigurosa” o casual formal”. Si esos dos códigos no van con tu estilo, deberás adaptarte con inteligencia y elegir la vestimenta que cumpla con los requisitos del evento. Resulta increíble, ver personas que, aunque saben cuál es el código indicado, no les importa y van como se les antoja.

El código de vestimenta no obliga a las personas a que sean rígidas a él. Comunica a través de los elementos que lo componen, el grado de conocimiento que tiene las personas al elegir la vestimenta más adecuada de acuerdo a un tiempo y forma. Respetarlo, te abre las puertas del éxito ya que ganas aceptación, no respetarlo y “revelarse contra el” te genera el rechazo de los demás.

Si deseas conocer tu estilo personal de vestimenta o de la empresa en la que trabajas, solicita una cita con nosotros. Hay muchos beneficios para ti que, estoy seguro, te ayudarán a despejar otras dudas y mitos que te harán todo un experto en el código de vestimenta.


By Actitud es Imagen Consultores

martes

Kamikase


¿Que se siente besar labios desconocidos?
¿Que sientes que por cada mujer que entra en tus sabanas
un pedazo de tu corazón muere?
¿Por qué te empeñas en encontrarla con otros nombres,
otro rostro, otra sonrisa?


No te das cuenta tonto corazón que al tratar
de encontrarla solo sufres por cada desilusión
Viviendo de recuerdos siempre serás su esclavo
Ya no sé si darte la razón o apresurar tu muerte

Porque eres egoísta y no ves también yo estoy sufriendo.