- Ve al grano Raul, ¿crees que puedes venir a mi oficina sin avisar, tomar mi habano, servirte de mi wisky y decirme que estoy preocupado?. ¿Te crees tan poderoso para poder burlarte de mi en mi propia presencia?... Aunque debo admitir que me encantaría que trabajaras para mi, sabes perfectamente que aquí es donde debes estar y no seguir luchando contra ti mismo y tus deseo carnales de ser ese quien no eres. Ese que sabe manipular, que vende ilusiones, igual o mejor que muchos de mis abogados que aquí trabajan, ese que se jacta de que nada duele, nada penetra, ese que conozco... por que sabes que tanto él, que se la pasa con los pies descalzos en su pobre jardín de 3 por 3, regando y cortando margaritas. Como yo, tenemos los recursos para ver cada uno de tus intenciones. Sabemos perfectamente de tu nueva relación, de tu familia, de tu trabajo, todo!... Pero dime Raul, entre amigos que somos, ¿Cuanto durará?, ¿Cuanto mas vas a poder soportar tanto amor?, ¿Cuanto mas vas a ocultar ese demonio que tienes?, ¿Sé lo has contado?. Les has dicho de nuestro...
- Calla!!! Por que sabes que mas de una vez pude contigo, sin necesidad de ir aquel jardín, ni de pisar tu oficina, pude salir de mis problemas, no soy aquel fausto que era antes. Si me he vuelto vulnerable, lo reconozco, también reconozco que hay veces que me asfixio y trató de huir y para que mentirte AMIGO, que hay veces por las noches que salgo a fumar para imaginarme que es otra. Pero por eso vengo hoy a verte, vengo a pedirte un favor.
- Jajaja, Sabes perfectamente que si vienes a eso, lo que amas me pertenecerá y jamás volverás a tenerlo.
Que momento vivía Raul!, su viejo amigo del otro lado del escritorio, cortando otro habano y prendiendo el cerillo. Raul parado dandole la espalda y viendo a la gente pasar (en ese piso todos los de abajo parecen hormigas siguiendo una rutina, sin ilusiones, sin metas, como ratas o peor cucarachas que se espantan al prender la luz) mientras cataba el habano y el wisky que se había servido de la mesa de aquella oficina sombría, recordó el primer día que conoció a Luzbel, el primer día en que le ofreció trabajar para él. fue apenas 2 años y medio atrás, cuando Raul estaba sentado en la orilla de un edificio fumando su último cigarrillo de su "antigua vida", cuando se lo termino y aventó la colita al aire y Raul se disponía a... dejarse ir, sintió una mano que lo detenía. "Gracias Dios, me has dado una señal para seguir vivo" pensó.
- No soy él Raul, vengo por que sé que tienes mas talento vivo que muerto, me interesa que trabajes para mi.
(No lo pensé?, estoy seguro que lo pensé.)
- ¿Como te llamas? (fue lo mas inteligente que pudo decir en ese momento)
- No tengo un nombre en especial, pero el que quieras darme, es bueno...
Así pasaron varios minutos en lo que por fin suspiro y tirando la ceniza en el cenicero, volteo a ver a su viejo amigo.
- Aunque sé que ya sabes el motivo del por que estoy aquí, te lo diré.
- Sorprendeme!!! - dijo aquel hombre con la misma risa de sarcasmo, ironia e hipocresía que lo caracterizaba.
- Amo a esa chica, tengo tiempo que he dejado de luchar contra mi mismo, me hace sentir completo y estoy siendo aquel que era antes, justo un día antes de conocerte amigo, sé que no nos volveremos a ver pero siempre estarás al pendiente de mi. ¿Cómo es la vida y este juego de la guerra de someter al otro, no?. Yo vengo a ti a pedirte consejos y apoyos, vengo a ti a que me consueles, sin pedirte nada a cambio. Ella va a aquel jardín del que nos mofabamos, se sienta con el hippie y hablan por horas y horas y en casa me llena de paz cuando regresa de aquel lugar del que siempre me invita y me niego a ir. Amigo, vengo decirte adiós.
- Tantas falacias!!!!, bla bla bla, ¿sabes lo que estas diciendo Raul? pareces una niña tratandome de vender galletas afuera de mi casa!, yo me cojo a esas niñas y tu vienes con esas maricadas de "estoy enamorado", "la amo", "lo es todo"....
- Jajaja... sé que te gusta apostar. ¿Aceptas que si esto no es real, venga a trabajar para ti?
Acomodandose en el respaldo de la silla y cruzando la pierna. A Raul le encantaba jugar con fuego, en esos momentos era libre, poderoso, fuerte y casi omnipotente. Era de esos hombres que en los momentos mas tensos, ninguna seña, ningún rastro de sudor pareciera tocarlo, pero ella podía hacerlo llorar con solo una mirada o hacerlo temblar con un beso, por eso venía!!!! a luchar por ella!!!
- Ok. pero dime ¿cual es el favor?
- Quiero que me abras los caminos para estar con ella.
- Por supuesto! Cuando marcó un numero y al tiempo que colgaba entraba una hermosa mujer desnuda, rubia, alta senos perfectos, culo hermoso, sin una estria, sin ninguna imperfección, cargando un folder negro de piel de carnero con un dragón de oro en medio como algo simplemente decorativo. - ¿te presto mi bolígrafo?
- No gracias, Raul no tardó en sacar una Mont Blanc casi comparable con la de su amigo, listo!
- Es un enorme placer hacer negocios contigo.
- Lamento no poder decir lo mismo.
Raul termino de firmar y sin despedirse, dejando el puro a la mitad y el wisky con apenas dos sorbos, salío de aquella oficina.
- Adiós!!!, cuidate!!!, ve con Dios!!!, se escucho del otro lado de la puerta entre carcajadas y risas malevolas.
- No lo creo amigo...
Cuando Luzbel ansioso de ver la firma plasmada en el contrato encontró una leyenda que decía "¿Quien se cojio a quien, jajaja?", no pudo mas que gritar del coraje, lo había vuelto hacer Raul, había obligado a su amigo a cumplir algo sin poder siquiera decir no... Raul que apenas salía de aquel edificio y con una sonrisa apenas dibujada en su cara y sacando un cigarro de su bolsillo y le marcaba a Mariana.
-Adiós amigo, sé que en la otra vida me estarás esperando mi amigo Satán.
