¿Si estuve alguna vez enamorado?, lo dudo, ¿lo estoy ahora?, ciertamente que si. Es difícil que un hombre acepte sus sentimientos por miedo a que lo tachen de "homosexual", "gay", "sentimental", "llorón"... Pero en este momento de mi vida, lo acepto... Acepto también que le rogué por un pedazo de amor, por unos minutos en el teléfono, que le pedí que no se fuera de mi vida, que le lloré por no quererla perder, que doblegue mi dignidad por estar a su lado. ¿funciono?, no lo sé, durará toda la vida este amor que siento por ella, tampoco lo sé. Solo puedo decir que en este momento de mi vida, en este segundo mientras estoy escribiendo esto, ella lo es todo para mi. Le di todo de mi, le conté todo de mi, me dedique estos meses a demostrarle que estoy al pie del cañón por ella, que pase lo que pase siempre estaré ahí y aquí por ella.
Tenían mucha razón mis amigos al decirme que jamás me había enamorado, porque jamás di el 100 para alguien, siempre vi la ganancia antes de la inversión, si era buena la ganancia la tomaba si era mala o tenía que invertir mucho, lo dejaba. Ahora me doy cuenta que estaba equivocado, que mi ideología era errónea y puedo decir que estos meses me he dedicado a recuperar el tiempo perdido, el amor guardado por ella, que no sé si siempre estuvo ahí, pero día a día estoy luchando por que vuelva a salir.
He leído que el amor es como el arroz, como el ejercicio, como un negocio, como un equipo de futbol, el amor es para cada quien único e inigualable, pero puedo decir de corazón en mano que el amor es como el aire, lo sientes, lo puedes oler en todos sus estados, puedes sentirlo en tu cara, en tu piel, puede quemarte de frío u hostigarte de calor, puede rodearte, puede ser tan fuerte que puede matarte, pero al fin y al cabo sin el no puedes vivir, es tan o mas indispensable que el agua.
Hoy por hoy puedo decir que quiero sacudir el polvo de sus alas, decirle de nuevo "confía en mi", "cree en mi", "veme he cambiado por ti", "te necesito", "te quiero", "te extraño", "me tienes", "me gustas", "me encantas", "me excitas", "no tengo ojos para otra", "si, te celo", hoy quiero ser ese príncipe azul que siempre soñó de niña, ese quien la salvaría de los malos, el que iría por ella al castillo embrujado solo por su amor.
Hoy quiero decir que de verdad he aprendido amar y es y fue gracias a ella, y si me tachan de "gay", "homosexual", "niñita", "mariposita", me vale un reverendo queque... Es lo que siento y mientras me sienta feliz y lleno con su amor, lo demás puede ir o venir, la verdad no lo notaré.
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