jueves

Lavoro finito

- ¿Alguna vez has estado en el infierno y regresado?, no has aprovechado la vida como debías ¿Crees sinceramente que debo darte otra oportunidad de vivir? - comentaba un hombre sentado en el comedor
- ¿Quien eres?, ¿Cómo entraste a mi casa? - Aquel pequeño hombre mayor estaba estatico pensando en sus hijos, - Pero por que a mi, he hecho todo bien, voy a la iglesia, doy donativos a mi comunidad, soy fiel a mi familia, a mi esposa, a mis hijas... mis hijas!!! - El señor no podía creer lo que venía.
- No grites pedazo de animal, tus hijas estan bien. No vengo por tu familia Lic. Mora, vengo a saldar una deuda que has contraido hace mucho tiempo ¿o ya la olvidaste? - El señor que hablaba no rebasaba los 30 años.
 - ¿Cual deuda?, no recuerdo!!!!- Aquel poderoso hombre en su area, ahora era un escualido viejo indefenso que no sabía que decir, no tenía a quien mandar para deshacerse de aquel "joven"

Con una voz firme pero tranquila, serena, casi espiritual, el joven le decía aquel joven se comenzaba a levantar media no mas de 1.80, fuerte, traje negro, camisa blanca y corbata negra delgada, no era el tipico maton de novelas brusco, mas bien parecería un ejecutivo de alguna firma de abogados, mientras se asomaba a la luz, el viejo pudo verle la cara... el joven no mostraba ninguna seña de perturbación por los guardaespaldas de aquel viejo.

- ¿Sabe Sr. Mora? No sé como gente como usted, olvida tan facilmente de donde viene. No logro imaginar como pudo haber olvidado que de niño comía apenas 1 vez a la semana, hasta que Él y no precisamente Dios, le dío la oportunidad de ser quien es ahora, pero ¿recuerda? solo le pidío una cosa a cambío y por eso vengo... Ahora que vengo por ti, puedo decirte como haber roto el contrato - decía caminando el joven mientras le tomaba el hombro al señor que portaba su pijama italiana - Sientese por favor, no me gusta llevarme a las personas estresadas -

El viejo como zombie logro sentarse en su love-site barroco que tenía en el estudio de su casa. - Explicame por favor como pudé romper ese contrato - decía susurrando el viejo.

- ¿Que le sirvo Sr. Mora? veo que tiene un buen wisky y no se diga de este Martel... - decía el joven
- No tengo ganas - replicó el señor
- Sr. Mora ¿Desde cuando estamos negociando algo aquí? ¿Que te sirvo? - La voz del joven se puso energica mientras servia dos copas con wisky y sacaba de su bolsillo un habano.
- Gracias, pero dime como pude romper este contrato - decía el señor, tomando su copa

- ¿Esa es tu preocupación? ya no hay vuelta atrás Sr. Mora,
- No des mas vueltas idíota! y dime!!! decía el viejo temblando

Lo que me sorprende sinceramente es su forma aún que en esta circustancia tenga esa prepotencia. Creo que no me he presentado - decía aquel joven sin dejar de caminar y sentandose en el escritorio de aquél señor - Me llamo Raul de la Roca y trabajo para quien firmo usted el contrato y seré la última persona que verá aquí y la primera que verá en el infierno.

- Vamos al grano Sr. Mora ¿Como desea morir?, puede parecer un suicidio o un asesinato... de todas maneras hoy será su último día, mientras sacaba una pistola de su blazzer.
- Crees que podrás salir de aquí como si nada... - El viejo no logró decir otra cosa cuando su cuerpo se desplomo al piso.
- "Equilibrio" Sr. Mora, "equilibrio" era la forma... - Raul se terminó su trago, guardo su arma, se reviso en el espejo y salío del estudio.

Raul vio su celular que decía "jefe"

- Si, bueno?
- esta todo bien ... decían del otro lado del celular
- Ya quedó, nos vemos después.

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