Historia.

Era fácil saber que algo le sucedía a Raul no lograba sacar de su mente a Mariana, todo le recordaba a ella, cualquier canción, cualquier obra, la veía en la calle, decía su nombre. Mariana había logrado su cometido volverse indispensable para alguien a quien lo único indispensable era él mismo.

Raul por mas que hubiera querido, no podía dejar a la deriva a Mariana, seguía viviendo en la misma ciudad, en el fin de semana siguiente de haber dejado a Mariana, fue al club de rotarios para distraerse y aunado a una invitación de uno de sus clientes a pasar un buen rato. Entrando en el estacionamiento, se fijo que se encontraba Luz con otra persona, un tipo vestido de traje de lino blanco, camisa blanca sin corbata y una barba blanca bien cuidada. Dejo su auto con el chico del valet y fue a esperar en el restaurante donde previamente había visto a Luz.

- Mesa para uno, señor? - le pregunto la hoster

- No, creo que vi a un amigo y quiero cercionarme - respondió Raul

- Sea bienvenido - finalizo la hoster, viendo a raul detalladamente.

Paso por las mesas centrales, con un sigilo casi felino paso inadvertido, hasta salir a una pequeña terraza de madera que daba una vista inigualable del campo de Golf

- Te recomendaría pedir una Margarita - dijo Luz sin voltear a ver a Raul

- No seas tajante Luzbel - replico aquel señor - por favor Raul toma asiento - levantandose para ofrecerle el suyo y estirandole la mano para saludarlo, por caballerosidad Raul respondió el saludo, al tocar su mano sintió algo distinto, algo puro e instintivamente soltó de golpe su mano.

- Disculpe mi educación - decía Raul - me llamo Raul de la Roca-

- Ya lo sé, sé también tu edad y sé también que tienes el corazón roto, dime que sucede - le preguntaba y a la vez respondía aquel señor.

- Raul hemos decidido reunirnos aquí para platicar y sobre todo para hablar sobre ti y la pequeña damita - refiriéndose a Mariana, acompañaba Luz la idea del invitado

- Creo que su decisión fue ya tomada cierto - el ambiente se comenzaba a volver tenso, pero aquel señor no dejo que pasara previniendo lo que podría pasar - También es un excelente momento para decirte que...

- Raul te pido que no estés a la defensiva, me comenta Luz de lo que ibas a hacer, eso para mi es y merece mi total perdón y mi admiración, sabemos de la entrega que tienes con Mariana y estamos hablando sobre eso, tú, Raul tienes y lo sabes un don que casi nadie o realmente muy pocos tienen y Mariana es una de las pocas personas que pueden cambiar a los de tu clase, crees sinceramente que esto fue casualidad, crees que eres tan poderoso para poder jugar con el amor puro y sincero. Ustedes, Raul, tienen vidas pasadas juntos, donde por mas que decidíamos y los alejábamos mas y cada vez más. Ustedes fueron mas fuertes, su amor es de los pocos recordados y mencionados por personas que llegaron a verlos en esas vidas, Raul sé que no me conoces o mas bien no me has dejado acercarme a ti, pero entre él - moviendo la cara en sentido a Luzbel - y yo mantenemos un equilibrio para que personas como Mariana, tus amigos y el resto puedan tener lo que se llama un "libre albedrío"- Terminaba aquel señor

- Raul lamentablemente él tiene razón y tú lo sabes... las tentaciones están ahí para quien quiera tomarlas o dejarlas, tú mismo me dijiste una vez "No hay distinción entre hacer las cosas bien o mal, por que te acostumbras hacer las cosas de una forma, pero cambiar es ahí cuando causa problema". Tienes en tus manos... - interrumpió Dios - No Luzbel, no tiene en sus manos nada, ahora quien decide es Mariana. Mariana decidirá si quiere volver con Raul o decide cambiar la historia, Raul hizo lo que debió hacer para que se le perdonará todo a Mariana - ambos por repetidas ocasiones sabían o tenían una idea de lo que podría pasar. - Bueno... el punto Raul es que durante muchos, miles de años ustedes han terminado mal por el amor - Luzbel volteó a ver a Dios y dijo... le comentaré un poco de su pasado - ¡Adelante! - afirmo Dios. - En vidas pasadas Raul, fueron Marco Antonio y Cleopatra, Paris y Helena,  Pedro I e Ines de Castro, Felipe el Hermoso y Juana la Loca... Algunos escritores que vivieron en su época los retrataron en obras que ahora todo el mundo lee, pero no saben que en verdad existieron... ¿Raul no me negarás que no te sientes identificado con Otelo, Tristan, Dante y tu peor biografía Quijote? - Finalizó Luzbel y soltando tanto Dios como Luzbel una risa inocente, por ver a Raul y su estática postura. No podía creerlo, se tomo con ambas manos su rostro y dijo - todas esas historias terminan mal por eso son dramas, ¿ha eso estamos destinados? - haciendo una pequeña mueca y sirviendose agua de la jarra que tenía enfrente - ¿Entonces todo depende de ella? - pregunto Raul 

- El amor pasado no importa sino lo que viene en el futuro, Raul, ustedes decidirán que hacer y como terminará esta historia, puedes irte y huir de esto, afrontarlo y luchar por el amor - dijo Dios.

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