miércoles

No des por hecho nada...

- No des por hecho un te amo...  - escucho detrás de si, no quería voltear, no quería ver quien era la mujer que decía esa frase, hace bastante tiempo que había olvidado su voz. Pero no pudo evitar recordar a la dueña de aquella frase que tanto le marco su vida. Paso por su mente todo lo que había vivido con Andrea, todas aquellas noches de insomnio, aquellas platicas que terminaban al amanecer. Cómo al hacer el amor, ella se quedaba sobre él dormida, mientras él acariciaba su espalda hasta quedar dormido junto a ella.

- ¿Le ofrezco algo más señor De la Roca? - Pregunto la mesera de punta del cielo - No Gaby, todo está bien - aprovecho el momento para voltear sobre su hombro y ver precisamente que era Andrea, estaba tomando un café con un sujeto, la forma en que él le tomaba su mano, supuso que se trataría de Rodrigo. No entendía porque ella sabiendo que él siempre estaba ahí, habían elegido estar ahí. 

- Disculpen, ¿Cómo los están atendiendo? - preguntaron a la pareja, la mirada hacía él fue de amabilidad y calma tragándose su coraje, sus ganas de sacarlo de aquel lugar y sentarse en su lugar y pedir frente a frente varias explicaciones pero, pudo mas su personalidad y con una sonrisa discreta pero al fin una sonrisa, logró disfrazar el mal trago.
- No muchas gracias - Respondió Rodrigo
- ¿Y a usted señorita, se le ofrece algo? - sus miradas se cruzaron otra vez, después de años de no verse
- Otro café, por favor - dijo sin dejar de mirarlo.
- ¿Otro Andrea?, pero todavía no te terminas este. - pregunto Rodrigo 
- Si, quiero otro ¿No te molestará o si? al fin tu tienes un compromiso con tus amigos de generación en una hora. No te preocupes, quiero quedarme otro rato y puedo regresarme sola al departamento - Reitero Andrea, Rodrigo con una mirada de pocos amigos, volteó a ver Raúl.
- Y al fin de cuentas, ¿Quien es usted? - Pregunto en un tono molesto al ver como su prometida no dejaba de mirar a Raul.
- Soy el dueño de este lugar, y en este momento les traeremos su pedido - volteando a mirar a Gaby para que trajera el pedido - Por cierto, de la cuenta no debe preocuparse señor, esta saldada - se despidió de ellos y se fue a su mesa.

No supo que paso después solo escuchaba un pequeña discusión, vio levantarse a Rodrigo y salir de la cafetería, agradeció por la buena atención y se perdió entre la gente. Sabía que esa era su oportunidad, para enfrentarla, para decirle el porque de muchas cosas. Quería esperar unos minutos, pero como siempre Andrea,  tomó la iniciativa.

- ¿Y cuando me ibas a contar que eras dueño de este lugar? - pregunto al sentarse en su mesa, la pregunta como la forma en que llego ahí espanto a Raúl.
- No tenía el porque - respondió, - Sabes Andrea, te creía casada en este momento de nuestras vidas, sé que él te trataría como lo que yo no pude hacerlo, ¿Por qué vienes a mi vida cuando estoy mas tranquilo? - pregunto sin dejar de mirarla a los ojos.
- Porque me borraste de tu vida, quería solamente saber si estabas vivo, muerto, no lo sé - la voz de Andrea estaba subiendo de tono. Raúl tomo su mano y la jalo hacía la parte trasera de la cafetería. Ella por su puesto al principio separaba su mano de él, pero quería volver a sentir su piel, por lo que no hizo mucho reparo de la forma en que le agarraba.

- Mírame a los ojos - le pedía de él, poniéndola contra la pared 
- No quiero - ella giraba de un lado a otro en forma negativa.
él tomo con ambas manos su rostro, Andrea aún sin abrir los ojos, relajo su cuerpo, él no lo dudo y la beso, aquel beso definió el momento... aun había algo entre ellos.
- Vine porque me casaré Raúl, vine a enfrentarte a terminar este ciclo contigo - Le dijo Andrea, al separarse de sus labios. 

Sus ojos estaban mas abiertos como que de costumbre, él todavía no había asimilado lo que ella había dicho.

- ¿Y quieres que sea tu padrino? - pregunto Raúl, cuando soltaba sus manos de su rostro y daba dos pasos hacía atrás. 
- Eres un estúpido Raúl - Andrea bajo la mirada, cubrió con sus manos su rostro - No estoy feliz, bueno, sí, pero quería decírtelo de frente, llegue a soñar que este día sería contigo -
- Pero no lo es, tú me alejaste con tus actitudes y decidí lo que sería mas correcto para ti... Alejarme - Raul no dejaba de hacerse para atrás mientras hablaba, ya eran dos metros que separaban a ella de él.
- Me caso en tres meses - saco un pequeño sobre y lo colocó sobre unas tarimas que había a un lado de ella.
- ¿Cómo esta Jacob? - Pregunto él sin levantar la mirada del piso.
- Extraña mucho a Zeus y a Socrates y las salidas que hacíamos a Valle de Bravo - dijo Andrea - Raúl solo vine a eso, te quiero - dando la vuelta para salir de aquella bodega.
- Nunca des por hecho nada - Respondió Raul dejando ir a Andrea.