martes

Un rincón cerca del cielo II

Tal como siempre. Ahí estaba en aquel pequeño local donde vendían un café no muy bueno, pero la vista, la música y el ritmo que se manejaba en aquella parte perdida de la ciudad, era lo que valía. "¿Que me hace falta?" Se pregunto mientras sorbía de su taza. "Mariana, esta feliz con Antonio, Lizbet se fue por mi indecisión, Paula... ella ni existe".

- Raul, puedo jurar que puedes ser todo menos melancólico - dijo una voz que entraba en aquel lugar. Con una pequeña sonrisa y su mano en el hombro de él, tomo asiento.

- Siempre tú Luz, siempre tú - Respondió Raul ante aquella respuesta.

- Creo haberte enseñado todos los pormenores para dejar de ser una simple oveja y me gusta en lo que te has convertido, de hecho me has sorprendido el ver donde estás y lo que has logrado, pero se me olvido enseñarte el arte de amar - exclamó aquel hombre que en su mirada se veía que los años no habían pasado en vano.

- Pero debo jurarte Luzbel, que hubiera jurado que ella era para mi, tal vez se cansó de mi y decidió largarse con quien realmente la hacía feliz - explicó Raul.

- No te compadezcas, mírame tantos años y cuantas mujeres pasaron por este corazón de piedra, pero veo que a ti no te pasa igual, al fin y al cabo eres humano - contesto Luzbel.

- Tantas mujeres he tenido en mi cama, tantos labios he besado, tantos corazones he roto, tantas lágrimas les hice derramar... Creo que tu amigo me esta pasando la factura - Recrimino aquel que ya lo nombraban "Señor".

- Lo que te puedo decir Raul, es que Él no es así, cada quien se castiga como quiere y cada quien... escucha bien lo que te diré... tiene el amor que cree merecer - Dijo Luzbel. - Yo pago - Sacando un billete de su cartera, lo puso en aquella mesa - Sigue viviendo, abre bien los ojos y veras como el amor te sonríe y recuerda lo que te dije algún día, cuando te adopte "Todo aquel que piense que el amor no lo es todo, es porque jamás lo tuvo" - dejándolo no sin antes rozar con sus yemas su rostro.

Raul se termino su café y se retiro de aquel lugar.

No hay comentarios: