martes

Virginidad.

Tenía trece años y saber ¿Cómo se dio?, jamás podré explicarlo, solo recuerdo estar parado justo a dos pasos dentro de la habitación, ella me mostraba descarada su sexo y me invitaba a dar mas pasos hacía ella, mis piernas con cada paso que daban se tambaleaban, mis manos detrás de mi espalda, totalmente rígidas y entrelazandose entre si, yo no comprendía muy bien que debía hacer, si lo que estaba pasando estaba bien o mal, solo sabía que no podría decirselo a nadie, por que podrían regañarme, sin saber avance hacía aquella mujer, mis pantaloncitos cortos y mi camisa a cuadros bien fajada, era lo último que me quedaba de mi inocencia infantil. Al estar a menos de un metro ella me tomo de mis brazos y con un sutil "relajate, no pasará nada malo" coloco mis brazos en su posición, tomando con ambas manos mi mano derecha y dirigiendola hacia su seno me dijo "ves, son suaves, tratalas con cuidado, son las primeras que tocaras y yo te enseñaré el arte de amar", mi mano extendida sin querer abarcar todo su seno, giraba de un lado a otro. Mientras ella con delicadeza y consciente de que le quitaría la virginidad a un niño, poco a poco fue desabrochando mi camisa dejando al descubierto mi infantil pecho y dando besitos en mis pezones, mi estomago y metiendo su lengua en mi ombligo, fue quitando el cinturón y dejando caer mi pantaloncillo. Tomando de nuevo con ambas manos mi mano izquierda la dirigió a su sexo, diciendome al oído "se sutil" mientras me besaba el oído y metía su lengua dentro de el. En ese momento era mas mi miedo que mi excitación, pero sus movimientos con su mano derecha a mi miembro hicieron que el mismo tuviera sino su primera erección, la primera en un momento sexual, su mano izquierda acercaba aquel cuerpo que huía del encuentro. "acaricia con tus manos mi cabello" me dijo mientras ella se ponía de rodillas y volvía a besar mi vientre, hasta llegar a mi miembro, al sentir sus labios, mi cuerpo brinco y se erizo inconcientemente, yo obedecía sus ordenes y torpemente acariciaba sus cabellos. su mano izquierda seguía atrayendome hacía su rostro mientras que la derecha acariciaba mis testículos. No era que yo no me creyera lo que sucedía, por que minutos antes de entrar mis amigos mayores nos dijeron a mis amigos y a mi que esa noche dejaríamos de ser niños, para convertirnos en "machos". Todos ibamos a compartir la misma para ser hermanos completos, por ser el mayor me toco ser el primero. Mientras ella seguía en la felacion, solo podía mirar al techo de aquel cuarto desordenado y pensar que hubiera sido mejor no haber salido esa noche. "Ven y quitame la ropa" con voz autoritaria me ordeno, como si se tratase de un hijo que ayuda a una madre a subirle o bajarle el cierre trasero de un vestido. Así lo hice, mas con pena que con malicia. "me acostaré y tu meterás eso dentro de mi y habrás dejado de ser niño, pero antes te pondré un condón ¿no sé si lo llenes? pero debes jurarme que jamás te cogerás a alguien sin condón, de ahí depende tu vida, pequeño chocolate" se tumbo en la cama y abrió sus piernas con un gesto y un movimiento de manos, me acerque tratando de que mi miembro no la tocará pues me daba pena que ella sintiera eso en su cuerpo. "relajate, te guiaré" tomando mi miembro y con un movimiento de cadera lo colocó en la entrada "empuja, no tengas pena chiquillo" obediente lo hice, la descripción de aquella cueva encerrando mi infantil miembro, no fue algo fuera de otro mundo, me sentía extraño y como culpable, solo quería terminar eso y ya. "entra y sale, acaricia mis tetas, besame" era lo que entendía y hacía. Así pasaron unos pocos minutos, "creo que me haré pipi" fue lo único que dije desde que entre a la habitación. "tontillo, hazte", de mi salió algo que no supe que era en ciencia cierta, pero después de ese momento, mi cuerpo se relajo y quedo tendido entre los senos de aquella mujer. A decir verdad o lo que recuerdo era que ella era alta, yo podría haberle llegado a los senos, estando de pie. Me acaricio unos minutos "harás felices a otras chicas, me gusto como me trataste y no estas mal" mientras me acariciaba la espalda... Unos pocos minutos pasaron "tienes que cambiarte o prefieres salir así como estas, yo le enseñaré la prueba a Damian para que sepa lo que paso y te feliciten", ni tardo ni perezoso me puse mis calzones, mi pantaloncillo y mi camisa, mas ajustada que de costumbre y salí. Supongo que mi cara lo decía todo, puesto que mis amigos se rieron al verme. Damian solo pudo reír y riendo dijo "Sabía que no me fallarías, rulito" viendo que detrás de mi, venía Monzerrat con el condón en su mano. "¿Con quien mas, Damian?" preguntaba sin importarle su desnudez frente a varios hombres... va Ricardo... Todos mis amigos, mayores que yo, me daban palmadas en la espalda y comentaban acerca de su primera vez y el tiempo que habían durado... Monzerrat se despidió de mi diciendome en el oído "la virginidad esta aquí" señalando mi cabeza "y no aquí" agarrandome de nuevo mi miembro. Ricardo con lagrimas en los ojos paso a mi lado, Monzerrat le tomó de la mano, le dio un beso murmurandole algo que no entendí, solo Ricardo sonrío y entrarón de nuevo a la habitación. Jamás volví a verla, todavía hoy cuando tengo a una mujer desnuda frente a mi pienso "la virginidad esta en la mente no abajo" y sé que dejaré de ser virgen cuando encuentre a esa chica que me robe todo mi lado izquierdo.

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