sábado

Sueño hecho sueño

No sé como llegue a este punto en mi vida. La verdad no recuerdo que paso de un tiempo acá, pero cuando me di cuenta tenía a mi padre arreglandome el nudo del moño del smoquin, con una gran sonrisa - Me siento muy orgullo de ti, este paso que has decidido dar, es la parte que te faltaba para ser un hombre completo - decía mi padre con su voz ronca y formal. Yo le sonreía sin captar bien la idea, no era fácil poder perder así la memoria pero seguía el juego (si es que lo era). - Gracias padre - Le respondía mientras me daba cuenta donde estaba, me percate que estaba en una habitación, mientras giraba la mirada, investigando para poder saber que sucedía en mi entorno, note que en la misma habitación se encontraban mis mejores amigos que deje de ver hace mas de 10 años, Manuel, Osvaldo y Hugo, mi hermano menor que desde los diez y ocho años dejé de ver y al cual le llevaba seis años. Todos iban vestidos igual, esmoquin largo, moño, camisa blanca. Me sonreían, me felicitaban, Manolo (Manuel) que cuando lo deje de ver era mas que mi hermano de sangre, no había mentiras entre el y yo, me tomo la mano y me puso una pequeña caja negra y me volvió a cerrar la mano. - Te pertenece y sé que serás una gran persona - me dijo sin decir mas. - Ok muchachos, es hora de tomar nuestro lugar - Decía mi hermano menor Omar sin dejar de sonreir, mis amigos y el salieron por la puerta, todos se veían geniales, se veían felices y como queriendo demostrarlo a todo el mundo - ¡ya saldrá!, ¡ya saldrá! - escucha a oír de alguno de ellos. - Ok hijo, de aquí en adelante, todo es decisión tuya - decía mi padre mientras se veía en el espejo y se daba el último toque a su traje de gala, me sonrío por última vez y salió por la misma puerta por donde salieron los demás

Sin saber el porque, ya sabía exactamente hacía donde ir, me di cuenta que eran las 9 de la noche por mi reloj, pero no podía encontrar mi celular ni un teléfono fijo en aquella habitación. Me auto-concentre, puse todos mis sentidos lo mas sensible que pude, tocaba el mueble de madera que tenía enfrente, abría y cerraba los gabinetes para encontrar algo que me permitiera saber en que estaba metido o para discernir todo y actuar de la mejor manera posible, sabía de antemano que no estaba en problemas por que no me sentía con esa adrenalina que se tiene cuando esta en problemas y sobre todo por la forma de actuar de mis conocidos. Así que salí por donde tenía que salir, la otra puerta que estaba del lado derecho de la habitación. Al Salir de aquella puerta vi un largo pasillo obscuro en cierta manera, solo iluminado por pequeñas lamparas que simulaban antorchas, el lugar parecía un pequeño castillo, las paredes de mampostería, era de piedra cortada como la de Notre Dame. Casi al final del pasillo y por instinto mas que por precaución me coloque en un espacio obscuro donde sabía que no sería visto pero si poder ver y saber con que me enfrentaría.

Lo que vieron mis ojos era casi inaudito, toda o por lo que podía ver era casi toda mi familia, amistades, viejas como actuales, sentadas y platicando, pero no podía oír que decían, porque estaban a cierta distancia de mi, yo seguía observando desde donde estaba. - No temas hijo, Dios siempre te guiará - escuche pero sin dejar de ver lo poco que podía ver, - Sinceramente señor hace tiempo que no tomo su guía - respondí mientras volteaba a ver de quien era la voz, mi sorpresa fue y creo que hice la peor y cómica articulación, puesto que el Padre de la iglesia me sonrió - Ven hijo, sigueme - tomó mi mano y me ayudo a salir. Fue ahí que comprendí que estaba a punto de casarse alguien o en casarme. 

En ese momento mi mente trabajo a mil revoluciones, ¿Sería yo el novio?, ¿A quien le pedí matrimonio?, ¿Por que lo hice?, ¿Le conté mi pasado?, ¿Sabe de mis relaciones?, miles de preguntas sucedieron cuando continuaba tomado de la mano del padre, como un niño que se deja guiar por alguien que confía. Al darse cuenta la gente que salí, no tardaron en aplaudir, el primero en abrazarme fue mi amigo Manuel - Bienvenido al club - mientras seguía caminando, siguió Osvaldo - Te estabas tardando - me abrazo con mucha fuerza, Hugo me tomo de la mano - Es un honor que nos hayas elegido como tus padrinos - Al finalizar vi a mi hermano menor Omar con una lagrima en su ojo y una sonrisa - Siempre fuiste mi ejemplo a seguir - termino de decir eso, volteé a ver al "publico" y en primera fila mi madre llorando abrazada de mi padre y mi hermana con su esposo y un pequeño bebe, a mis abuelas, primos, amigos. Ya con mas claridad los veía, sinceramente no alcanzaba a distinguir a todas las cabezas que solamente sonreían y aplaudían, pero en la última fila del lado del pasillo vi a mi viejo amigo "Luzbel" sentado en un traje gris metálico, con piernas y brazos cruzados, haciendome un gesto negativo, acompañado de una persona que no podía distinguir por la gente que estaba parada. No le tome mayor importancia y esperé a ver quien sería la novia. Mi mente no sabía nada, no tenía memoria de quien podría ser.

Como de película en el segundo piso de aquella iglesia se levanto la orquesta y comenzó a sonar la melodía que indicaba que la novia estaba por entrar, los primeros en hacerme casi desmayar fueron las enanas vestidas como ninfas, aventando pétalos por doquier, detrás de ellas entraron sus damas de honor, con dos de las cuatro damas había tenido algo que ver y me veían sonriendo como queriendo decirme "felicidades, ¡morirás!", seguí sin darle importancia, se acomodaron y entro la novia, abrazada de un señor canoso bien vestido, jamás lo había visto, la novia lucía bellisima o mas bien el vestido por que el velo no me dejaba verle el rostro, ese minuto se me hizo eterno, no podía pensar quien sería. Hasta que por fin llego, el señor ayudo a acomodarse a la novia, me estrecho la mano - No te atrevas hacerla sufrir - se dio media vuelta y se sentó del lado de la novia.

No sé el por que le levanté el velo a la novia y vi el rostro de Mariana, -¿Con Mariana, me casaré? -pensé entre mi, no sé por que en ese momento volteé a ver a la pareja de mi viejo amigo y vi a Jennifer llorando mientras Luz la abrazaba sin dejar de sonreír y verme en ese momento. -¿Que tienes? - me preguntaron al mismo tiempo Mariana y el Padre, - nada, nada. Sigamos por favor - El Padre continuó con su misa, con los rituales de siempre, el lazo, las arras y al final... - Si hay alguien que este en contra de este matrimonio que hable ahora o que calle para siempre - Jamás olvidaré los ojos de Mariana cuando del fondo de la iglesia una voz dijo - Dime que no me amas y jamás volveré - Todos voltearon en dirección de donde salía la voz, aunque mis ojos se fueron donde estaba Jennifer pero ella seguía llorando, era otra voz conocida, demasiado conocida pero hasta a Luzbel le sorprendió que giró estrepitosamente la cara para saber quien era. 

Del fondo de la iglesia comenzó a caminar, hacía donde estaba yo. Dos mujeres querían sacarla pero Luzbel las detuvo, él siempre ha estado en los momentos mas decisivos de mi vida y dudo que se hubiera perdido este y mas que dejará que este momento terminará por causas ajenas a dos señoras. Aquella mujer estaba vestida normal, de hecho creo que estaba descansando por que estaba de pants y sudadera. -Dime que no me amas todavía!, jamás pensé que esto terminaría de esta manera!, pensé que volverías por mi!, que idiota fui al creer que dejarías todo por mi!... - en el mismo momento  -¿Quien es ella?, ¿Que pasa? - Mariana me preguntaba ya llorando. - Espera, no sé que pasa aquí, no sé ni por que estoy aquí - le respondía soltandole la mano.

Baje de los tres escalones que nos separaban del altar, cuando una mano me detuvo -No Raul, no de nuevo... No tires a la basura esto, no nos defraudes, no seas el de siempre, no delante de los que te amamos - Era la voz de mi hermano, sin voltear le dije - Omar, hay hombres que amamos caminar descalzos sobre espinas y vidrios, que nuestro amor solo abarca dos letras y que estamos en esta vida para una cosa, que ni tú ni nadie de este lugar es apto para hacer, lo siento hermanito - le soltaba su mano de mi hombro. Tome a la mujer, le baje la cachucha que tapaba su rostro y la vi tan hermosa como siempre, - jamás deje de amarte... - No sé como detuve el puñetazo que iba hacía mi del hermano de la novia, lo giré, lo tire e iba a golpearlo cuando otro grito se oyó - ¡No!, no le hagas nada - Era Mariana, me levante - lo siento mucho - fue lo último que le dije a aquel ángel que había estado conmigo durante varios años y que me había enseñado el arte del amor. Tome de la mano a aquella mujer - Ven, vamonos de aquí - le susurre en su oído y salimos por la puerta principal.

Recuerdo que pasé a lado de mi familia y solo escuchaba murmuros contra mi - jamás cambiará... no sé quien confiaría en el... a mi me debía dinero... jamás me apoyó cuando lo necesite... ¿Quien se cree que es? - y más del estilo. Al pasar a lado de Luzbel y Jennifer al final de pasillo y casi al salir de la iglesia. Volteó a ver a Jennifer me veía con ojos de que no podía creerlo, mientras Luzbel me dijo - Siempre terminas sorprendiendonos... ¡Puedo quedarme con esta?! - hablando de Jennifer y sin dejar de reírse, se notaba extasiado por lo ocurrido, era como si hubiera tenido sexo con la mujer mas bella del mundo.

Al salir de la iglesia, volteé a ver que dejé, era la primera vez que volteaba a ver que había ocasionado, la novia tirada en las escaleras, una multitud a lado de ella consolandola, mis amigos y familiares extrañados, otros ayudando al hermano que estaba levantandose, y así caminamos bastante tiempo. La fotografía hubiera sido un contraste fenomenal, ella de tenis, pants y sudadera y yo de esmoquin. Durante el camino no hablamos nada, no dijimos ni una palabra. Hasta que encontramos un pequeño parque donde nos sentamos,  yo le limpiaba los ojos de las lagrimas que caían por su rostro. - Me enteré hoy por las noticias que te casabas, no podía creerlo, lo siento, fui muy imprudente pero no pude controlarme Raul, ¿Espero que entiendas, de verdad? - me decía aquella mujer. - No te preocupes - le respondí lo mas tierno que pude, fue ahí cuando nos dimos un beso, fue un beso realmente pasional, era como volver a dar el primer beso de amor. Al terminar de besarnos, nos abrazamos, - Nydia, te tengo que dejar - le dije -¡Que!, ¿por qué?, ¿Dime que he hecho mal? - volviendo a llorar me preguntaba. - Nada, eres perfecta y así lo quiero dejar, por favor no lo estropees - la solté como pude y camine en la misma dirección esperando que pasará un taxi para que me llevará a casa, - ¿Sabes Raul?, ¡No siempre estarás arriba, algún día estarás abajo y nosotras te veremos rogandonos! ¡hijo de puta!. - Me gritaba, mientras yo seguía mi camino hacía la avenida mas cercana, cuando escuche el "hijo de puta", solo sonreí sin detenerme.

En ese momento escuche a Hercules ladrar muy lejano, casi no podía distinguir la distancia pero poco a poco lo escucha mas cercano a mi sin poder verlo, No sé como o a que hora ya lo tenía de frente con sus patas en mi pecho y lamiendome la cara, fue ahí, en ese instante que abrí los ojos, me encontraba en mi habitación acostado en la orilla de mi cama, con mi celular, el control de la T.V y la cartera a lado mio Hercules lamiendome la cara y a Sanzón ya con las correas en su hocico. Ya querían salir a su paseo diario.

- Fue un sueño - Pensé, tome las correas, tomé el celular 4 llamadas perdidas "Mariana". bajamos al parque.

-Hola amor, jamás creerás lo que soñé, esta para que alguien lo escribas!, si a las nueve paso por ti. Te amo-

FIN.

3 comentarios:

Escritos y letras dijo...

jejeje, mira que si me hace daño juntarme con vos, tus escritos anteriores me han embriagado, me embelecen, en serio ya te dije que amo lo expontaneo que sos...me encanta la sinceridad con la que te expresas con respecto al amor y a otros excesos... son muy pocas las personas que pueden decir con tanta sutilidad lo que sienten meramente lo que desean, lo que quieren pedir y hacer... ... cuidate....


te mando un beso resonado...

Escritos y letras dijo...

haha por cierto esta historia es real?
te sucedio? o es una creacion de tu imaginacion...?

Marco A. Ramírez A. dijo...

Vaya, vaya, vaya... esto está increíble.
Me has dejado sin palabras, Amigo.
Sigue adelante, explota ese talento.
Saludos.